M-G Estudio nace de la idea de habilitar un taller de arquitectura relajado y cálido, a manera de una extensión del estudio de la casa, desvaneciendo la rigidez y frialdad de los espacios de trabajo tradicionales. El espacio original, anteriormente un consultorio dental, ya contaba con un muro de tablaroca que servía de división entre la recepción y el área de trabajo del dentista.
La comunicación de ambos espacios se hacía mediante una puerta y una ventana interiores. Ambos elementos recuerdan a las fachadas de las casas antiguas del centro de Monterrey, las cuales consisten típicamente de una puerta y una ventana tipo balcón, adornada en su mayoría con algunas macetas.
Haciendo uso de esta referencia local e histórica, se utilizó madera de pino para resolver todo el proyecto e intervenir el espacio de forma sutil, únicamente incorporando elementos de carpintería.
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“Buscamos diseñar un estudio que reflejara la calidez y cercanía con la cual abordamos los proyectos en el estudio, desvaneciendo la rigidez de los espacios de trabajo tradicionales. El estudio se plantea como una extensión de la casa. ”
Otro de los objetivos fue intervenir lo menos posible el espacio original, haciendo uso de un material sustentable, pensando en tener el menor impacto posible si en un futuro el estudio se cambiara de lugar.